Árbol de Santiago

Caminante son tus huellas
El camino nada más;
caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al avolver a pisar.
Caminante, no hay camino
sino estelas sobre el mar.
¿Para que llamar caminos
A los surcos del azar...?
Todo el que camina anda, ndar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de
Como Jesús sobre el mar.

Yo amo a Jesús que nos dijo:

Cielo y tierra pasarán

Cuando cielo y tierra pasen

mi palabra quedará.

¿Cuál fue Jesús tu palabra?

¿Amor?,¿perdón?, ¿caridad?

Todas tus palabras fueron

una palabra: Velad.

Como no sabéis la hora

en que os han de despertar,

os despertarán dormidos

si no veláis; despertad.

Caminante, no hay camino

Autor: Antonio Machado

Este árbol se encuentra en la Ciudadela de Pamplona. Destaca entre todos porque a su sombra suele haber algún que otro caminante descansando de su viaje. Resulta significativo que haya estado cobijando viajantes y paseantes durante largos años, siendo testigo de numerosas historias. Está junto a la ruta que recorren los peregrinos del Camino de Santiago a su paso por Pamplona.
No es raro escuchar diferentes lenguas y acentos al pasar por este longevo árbol que cobija a todo tipo de transúntes sin distinción.
Cuando acabé de hacer las fotografías, un jardinero de la Cuidadela me comentó que había hecho una buena elección, puesto que era uno de los árboles más bonitos que había en parque.
He escogido este poema de Antonio Machado porque me parece idóneo para estas fotos.