martes, 11 de diciembre de 2007

Retrato

























Los primeros retratos son de mi madre, Ana, que siempre está sonriendo porque es muy simpática y le cuesta poner cara de seria.

Las fotos que van a continuación son también de otra Ana, pero ésta vez de mi asesora Ana Zabalza. Amablemente me ha respondido a dos preguntas que creo importantes hacerle debido a la función que desempeña:

Pregunta: Ana, ¿qué aporta a tu persona ser asesora?

Respuesta: El asesoramiento académico es un tipo de comunicación entre personas. Cuanto más tiempo pasa, más me convenzo de que el verdadero enriquecimiento humano procede el trato con otras personas. No me refiero a lo que yo como asesora pueda aportar, sino a que en el intercambio de opiniones y de experiencias uno ve las cuestiones desde distintos puntos de vista, comprueba el resultado de lo que se enseña en la Facultad, se asiste al crecimiento de un alumno desde que llega muy despistado en primero hasta que sale al mundo profesional en cuarto. Personalmente yo he aprendido mucho de mis asesorados y alumnos.

Pregunta: ¿Qué es lo que más valoras de un alumno?

Algo obvio es la sinceridad. Considero que en el marco del asesoramiento no se debe decir todo, porque estaría fuera de lugar; pero me parece fundamental que en las materias que se tratan se pongan todas las cartas sobre la mesa
por ambas partes. Sin embargo, las experiencias que me han impresionado más son aquéllas en las que ves a un alumno superarse a sí mismo y a circunstancias adversas, y dar un giro a su vida. La voluntad humana, estimulada y motivada hacia un objetivo alto, tiene una fuerza impresionante, sobre todo si se da en una persona de 18-20 años. Hay verdaderas proezas silenciosas, que transcurren en el interior y quizá no se manifiestan de modo ruidoso.

¡También valoro mucho a los buenos fotógrafos!

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