martes, 4 de diciembre de 2007

Reflejos






EL PILAR
A orillas del río Ebro se levanta la imponente Basílica del Pilar, joya del arte barroco en Aragón. Sucede este templo al construido en 1515, en estilo gótico, y que a su vez, sucedió al románico destruido por un incendio en 1443.
Según una antigua tradición, la Virgen María, cuando todavía moraba en Jerusalén antes de su Asunción a los cielos, vino a Zaragoza a consolar al Apóstol Santiago. Éste se encontraba con los primeros convertidos a las orillas del río Ebro predicando el Evangelio. Estos hechos se sitúan en la noche del 2 de enero del año 40 de la era cristiana. Ella trajo la Columna o Pilar para que sobre él se construyera la primera capilla que de hecho sería el primer templo Mariano de toda la cristiandad.
La construcción devoción pilarista aumentó a lo largo del siglo XVII. El anterior edificio gótico-mudéjar se queda pequeño ante el creciente número de fieles y se hace necesario levantar un nuevo templo grandioso y monumental, más acorde con el nuevo espíritu triunfante de la Iglesia de la Contrarreforma y con la recién adquirida categoría de concatedral. En 1674 el Cabildo decide tomar la iniciativa de las obras.
El aspecto actual del Pilar es el resultado de un largo proceso constructivo revisado por Herrera el Mozo, arquitecto de Carlos II. La intervención del arquitecto real Ventura Rodríguez a partir de 1750 fue decisiva: renueva la decoración interior según las nuevas corrientes clasicistas de la época y diseña la Santa Capilla y el Coreto, y remodela el trazado exterior con cúpulas añadidas a la central -que en un principio se había pensado que iba a ser la única- y torres que no se terminarán hasta mediados de nuestro siglo.
Así contemplamos desde cualquier perspectiva un impresionante edificio de características singulares por sus dimensiones, por la severidad del ladrillo empleado, de raíz mudéjar, por la policromía de las tejas de sus cúpulas y el aire bizantino que respira su estructura de cubrimiento.
Para terminar he elegido esta jota que me gusta mucho desde siempre y es muy conocida en mi tierra:

El Ebro guarda silencioal pasar por el Pilar.
La Virgen está dormida,
la Virgen está dormida,
no la quiere despertar.
Un carretero que viene
cantando por el raball
leva en el toldo pintada,
lleva en el toldo pintada
una Virgen del Pilar.
Con trigo de cinco villas
viene de Sierra de Luna
y en los collerones llevan
campanas, campanas,
campanas las cinco mulas.
Besos de nieve y de cumbre
lleva el aire del Moncayo.
Y las mulas van haciendo
heridas, heridas,
heridas al empedrado.
Cruzando el puente de piedra
se oye una brava canción.
En las torres las campanas,
en las torres las campanas
están tocando a oración.
Dos besos traigo en los labios
pa mi Virgen del Pilar.
Uno me lo dio mi madre.
Uno me lo dio mi madre,
el otro mi soledad.
El perro del carretero
juega con la mula torda.
Es que sabe que han llegado,
llegado, llegado,
han llegado a Zaragoza.
El Ebro guarda silencio
al pasar por el Pilar.
La virgen está dormida
dormida, dormida,
no la quiere despertar.

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